lunes, 28 de junio de 2010

Molinos ( I ) Valbuena de Duero



Merecen un apartado especial aquellas construcciones populares que formaron parte del modo de vivir y también de subsistir de aquellos que existieron y poblaron antes que nosotros cuánto hoy está por conocer y descubrir como viajeros.

Los molinos, edificaciones en piedra o en adobe, según el uso del lugar donde se asentaban, siempre a la vera frondosa y fluída de un río, eran lugares donde el viejo oficio del molinero conseguía hacer " fino" ese fructífero grano de cereal que daba la tierra. La molienda era el proceso necesario para poder obtener del grano en bruto, un fino polvo, la harina, que servía como sirve hoy a ese alimento primario al tiempo que nutritivo como es el pan.

En siguientes ediciones en este blog, hablaremos de la maquinaria y la curiosa conjugación que ofrece el agua a la hora de hacerla funcionar. Hoy hablaremos de los lugares que se escogían para estas edificaciones, generalmente fuera del núcleo del pueblo pero cercano al mismo tiempo pues su funcionalidad debía servir a la gente del lugar.

Es frecuente encontrar la casa del molinero en una vaguada al borde de un río, y generalmente también en una parta de ese río dónde la corriente fluye con un caudal abundante. La fuerza del agua, sus desniveles y caídas además de su continuo fluir, eran condiciones básicas e indispensables para instalar un molino que sirviera para moler el grano.

De igual manera, también se edificaba con parte de su base en voladizo para que el agua discurriera por debajo al tiempo que movía los resortes de la maquinaria.

La robustez de la piedra servía siempre de base a las pilastras que sostenían el molino, otra cuestión podía llegar a ser las paredes. Aqui la diversificación entre adobe y piedra ha dado lugar a diferentes arquitecturas dependiendo de zonas y de usos en sus construcciones.

Aquellos molinos que fueron construídos en piedra, conservan mejor sus vestigios aunque el abandono de todos ellos después de caer en desuso, los ha dejado practicamente tocados de muerte. Sólo algunos rescatados del olvido, consiguen conservar después de su rehabilitación, un aspecto digamos saludable o por lo menos " aproximado" de lo que fueron en otro tiempo.

En Valbuena de Duero, parada fortuíta de este itineres pues en la búsqueda de molinos por tierras del Valle de La Esgueva en la provincia de Valladolid, no hubo demasiada suerte en esta ocasión, nos encontramos con un molino sobre el rio Duero, en plena tierra del Vino de Ribera de Duero, que si bien no se conserva íntegramente, nos permite hacernos una ligera idea de lo propicio que puede llegar a ser la vertiente de un río para el noble oficio del molinero, la acción de la molienda y el techo y paredes para tales fines; el molino.

En este lugar, la naturaleza no sólo es generosa; el enclave se conjuga para integrar a la piedra con el paso del agua y aunque las paredes del molino se quedan en el vano intento de cerrarse por completo, es fácil imaginar que, allí dentro, pudieron seguramente estar aquellos sacos de grano de cereal esperando ser molidos por las muelas que también solían estar entre esas cuatro paredes.

Lo más bonito de este lugar, sin duda el sonido del agua al tiempo que se contempla el Duero. La pequeña pesquera que hay junto al molino, ofrece esa sútil sinfonía del agua que se produce cuando , rápida, resbala por el ligero desnivel formando una melena verdosa y blanquecina.

Un lugar sin duda recomendable para quienes buscamos aquello que contribuyó en otro tiempo a esos modos de vida que, no por pérdidos hoy, dejan de ser curiosos e importantes para quienes entienden que las costumbres deben ser al menos conocidas para evitar la desidia del olvido.

Cómo llegar

Desde Valladolid, coger la nacional dirección Soria y desviarse hacía San Bernardo y luego llegar hasta Valbuena de Duero, o bien hacer el desvío hacía Olivares de Duero y tomar la bifucación en el propio pueblo hacía la derecha.

Texto: Pilar Martinez Fernandez ( Junio 2010)

2 comentarios:

  1. Las fotos te han quedado estupendas, y el articulo también, poco más se puede decir de un molino a no ser ,contar la vida de los molineros.
    No vallas nunca al molino a moler,porque te puede coger el molinero, lalala , jejeje.
    Un besin

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  2. Si, ya ya...eso es otro cantar, el del molinero...pero a ver qué molinero encuentro que me quiera contar sus " moliendas"....
    Porque ya sabes que si siguimos al pie de la letra la canción, la cosa se presenta arriesgada...
    " no vayas nunca al molino a moler porque te puede salir cara la harina, y con los mozos muy mal andarás y solterona después, te quedarás"...

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