viernes, 7 de enero de 2011

Madrid en Navidad




En Navidad, cualquier ciudad tiene otro encanto. Los adornos navideños en los comercios, escaparates con luces y nacimientos, y esa iluminación brillante colgando a lo largo y ancho de las calles...Sí, en Navidad, cualquier ciudad se viste de color y de luz para lucir rutilante en esos días, pero Madrid pareciera que todo en ella se hace aún más colorista y lleno de brillos, quizá por sus amplias calles y avenidas, o porque al cobijar a más gente, necesite iluminar más el ambiente que la envuelve, pero en cualquier caso, aquellos que no tenemos demasiado lejos Madrid del lugar donde vivimos, nos gusta visitarla en esos días. Su Plaza Mayor, con los tradicionales puestos navideños en los que se venden las figuritas para el Belen, articulos de broma, turrones y frutos secos, árboles de navidad y plantas o esas pelucas llamativas para disfrazarse, es todo un paso


obligado para respirar el más puro y auténtico ambiente navideño en la calle.


También sus calles comerciales, con escaparates de temporada, o la Puerta del Sol llena de vendedores de lotería de la famosa Doña Manolita, que siempre toca por la cantidad de números y series que vende, pero sin duda, mi lugar favorito El Mercado de SAn Miguel, un mercado de abastos al uso pero refinado y con delicatessen dignas de ser degustadas.


Es un lugar que en Navidad tiene una mezcolanza de olores y sabores tan peculiar que, inevitablemente, deseas llevarte algo a casa. Embutidos artesanos, pastas, vinos, patés...y chocolates, chocolates que para aquellos que nos encanta son una verdadera tentación.
Es este lugar junto a otros pequeños rincones que tiene Madrid en su corazón más castizo, lo que te recomiendo, viajero en busca de percepciones siempre auténticas, porque aunque es una gran capital y abundan sus monumentos y museos, lo cierto es que, como cualquier otra ciudad, late al ritmo que marcan las tradiciones y celebraciones. y es en ese látido donde se puede hallar lo que le hace igual pero al mismo tiempo diferente. Igual porque se engalana para las ocasiones, y diferente porque además de tener más medios, también tiene más lugares en los que proyectar sus costumbres y su identidad cultural.
Recomendable visitar Madrid en Navidad porque no defrauda sino que toda ella se ilumina.
Pilar Martinez ( Diciembre 2010)